El artículo titulado "Denuncian
que ahora los 'paseos millonarios' los hacen a pie en Bogotá" (http://bit.ly/1F8AWy5) de mayo 7 en
ElTiempo.com describe unos hechos lamentables que sucedieron en nuestra ciudad pero
que –más lamentable aún- no son aislados, sino que son ejemplo y reflejo del pobre estatus de
los Principios en la sociedad bogotana.
No es solo que la inseguridad se ha disparado, la noticia NO
es que los escenarios preferidos por los delincuentes son ahora también las
zonas "exclusivas" de la capital, como anuncia el artículo.
Se especializan en
hacer el mal ¡y cada vez son más!
La noticia es que cuando se disparan hasta tan alto punto los
hechos delictivos y cuando leemos frases como la de uno de los denunciantes:
"Es un cuento muy bien
armado el que tienen para intimidar a la gente y logran mantenerlo por mucho
tiempo. Se veía que no era la primera vez que lo estaban haciendo".
Entonces podemos deducir dos cosas: En primer lugar la
conclusión obvia es que cada vez más gente se está dedicando al hurto, pero en segundo
lugar y más grave aún es el hecho de que haya llegado a tal punto el nivel de
especialización en las estratagemas del delito, que los delincuentes tienen
metodologías bien implementadas, estudiadas y suficientemente ensayadas para
hacer el mal.
Preocupa que las estadísticas de robos y atracos se
disparen, pero más que todo preocupa la actitud de nuestra sociedad ante esto.
Que nos hayamos acostumbrado a convivir con estos hechos, les pongamos nombres
propios a las modalidades y que las medidas remediales simplemente apunten a
"prevenir que a mí no me pase".
El problema por tanto es más profundo de lo que se puede juzgar si lo
vemos “al vuelo del pájaro”.
Lo que tenemos aquí es un déficit de los Principios. Cuando
más y más gente decide actuar en la ilegalidad y en perjuicio de otros para
obtener lo que quiere -o lo que necesita- entonces podemos decir que la
sociedad está en problemas.
Mal Indicativo: La
reacción de la Prensa y los Medios.
¿Cuál debería ser la reacción de la sociedad ante estos
hechos? Simplemente llamar la atención
del General de la Policía como quien le dice: "¡¡Hey!! Esta es su responsabilidad, ¿qué va a hacer?".
Pobres de nosotros si pensamos aunque sea por un momento que
la rampante escalada de delincuencia es responsabilidad exclusiva de la
policía, ¡Es responsabilidad de todos!
Es responsabilidad de
los padres, que fallan en instruir a sus hijos en uno de los principios de
la buena Ley de Dios: La honestidad. ¡Ahí
está la gran falla! si fracasan los padres en enseñarle a sus hijos los
principios básicos de la Ley de Dios ¿es tal vez porque también adolecen de
ellos? O ¿Es porque no tienen tiempo para ocuparse de instruir a sus hijos?
Es responsabilidad de
la Escuela: ¿Nuestro maestros enseñan valores y principios en las escuelas?
Las últimas pruebas PISA nos dejaron ver la gran decepción que es nuestro
sistema educativo para instruir los jóvenes en las tradicionales áreas de
conocimiento: la lógica, la retórica y la gramática. Pero también - aunque las
pruebas PISA no miden esta área-, a juzgar por los hechos que se presentan en
nuestra sociedad, podemos inferir que nos rajaríamos estruendosamente también
en Ética.
Es responsabilidad de
las Autoridades que no pueden limitarse a leer la realidad lejanamente
desde las estadísticas y reaccionar al son de la marea mediática. Se volvió
normal ser administrador público “bombero”, se volvió un mito la
"Rendición de cuentas" y se volvió popular también entre los
mandatarios defender su gestión con auto-calificaciones basadas en la
interpretación amañada de las estadísticas.
Todo hábil estadista sabe que las frías estadísticas no son
tan frías cuando se les da una interpretación intencionada, ahí lo objetivo se
vuelve subjetivo y es entonces cuando hasta las peores cifras pueden hacerse
ver como buenas... Para decepción de nuestros eminentes estadistas ya todos
también lo sabemos. ¡Sabemos que son excusas!
La realidad es que Bogotá –y Colombia por extensión- es un
polvorín a punto de estallar: gente que corre desenfrenada por colarse en una
estación de Transmilenio solo para "robarle" al sistema $1800; Delitos
graves tan comunes que ya hasta son “bautizados”: las “Pescas Milagrosas”, los
“Paquetes chilenos” o los más recientes “Paseos millonarios”; Pero también está
la actitud indolente de los ciudadanos: está el señor que ronca en la silla
azul mientras la señora embarazada se abre paso a empujones y refriega por hacerse
a un espacio seguro para su vientre; Está la señora bien vestida y enjoyada
pero que no se sonroja para gritar e insultar a una anciana porque se le
"coló" en la fila del banco; Está el taxista que llama para cobrar
dinero por devolverle al señor la billetera que dejó por descuido en su taxi...
Están las constantes quejas en boca de todos... pero generalmente los que se
quejan también aprueban, consienten y conviven con el robo y la injusticia.
Mensaje para mis
conciudadanos:
En toda obra hay recompensa, si haces lo malo, lo justificas
o lo consientes, cosecharás de Dios malas cosas para tu vida, la de tus hijos y
hasta la de tus nietos. ¿Es eso lo que quieres?
Bienaventurado el
varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, ni
en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su
delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace,
prosperará. No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. Sal
1:1-4
Mensaje para las
autoridades de policía:
Doble responsabilidad es la que tienen ustedes: delante de
Dios y delante de la ciudadanía. El deber de los oficiales de policía no es
quedar bien con el alcalde de turno, su deber es primero para con Dios primero
y luego con la gente a la que protegen. Ustedes se deben a Dios y a la ciudadanía:
Porque -el oficial
de policía también- es servidor de Dios
para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada,
pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Rom
13:4
Mensaje para los
jueces:
Según este mismo artículo de ElTiempo.com los delincuentes
dijeron a sus víctimas: “Si lo hacen –es decir, si gritan- y nos cogen, en 24
horas salimos libres y ya sabemos dónde trabajan ustedes, ya los conocemos”.
Es posible que la frase solo haya sido una estrategia mentirosa
de los criminales para disuadir a sus víctimas, pero también es cierto que se
oyen casos –y no pocos- en los que la gente tiene desánimo para denunciar los
crímenes porque saben que efectivamente los criminales y victimarios saldrán
libres pronto para detrimento de su propia seguridad y para seguir
delinquiendo.
¿Qué está pasando? Ustedes jueces tienen delante de Dios la mayor
responsabilidad, porque si hacen justicia serán doblemente galardonados y pero si
injusticia serán doblemente condenados.
No harás injusticia en
el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia
juzgarás a tu prójimo. Lev 19:15
Mensaje para las
autoridades administrativas en cabeza del Alcalde:
¿No es responsabilidad del Alcalde gobernar la ciudad con
justicia y equidad pero también con visión y dirección? ¿No ven ustedes ante toda la evidencia, allí desde el Palacio de Liévano, que Bogotá
está en problemas?
Están tan distraídos ocupándose de los “incendios”
administrativos del día a día que no ven la hecatombe que se viene encima. ¡Es
como si se empecinaran por ordenar las sillas en la cubierta del Titanic!
Si el burgomaestre no tiene visión y dirección indefectiblemente
la ciudad va a colapsar: La educación es un arma vital para combatir el delito,
¿que no lo ven? Debe ser extensiva, es verdad, hay que eliminar la deserción escolar, es
totalmente cierto, pero también y más importante aún: ¡Debe ser la educación
correcta! Esto es, debe ser en primer lugar centrada en los Principios eternos
de Dios o será inevitablemente un fiasco, como efectivamente lo vemos hoy.
Estimado Alcalde, pídale a Dios sabiduría si no la tiene, porque
nadie podrá gobernar justamente sin sabiduría. Este principio ya lo sabía un muchacho llamado
Salomón, que fue ungido rey de Israel sin estar preparado, pero oró y pidió
sabiduría, y Dios se la dio:
Da, pues, a tu siervo
corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo
malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? 1Re 3:9
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el
cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5
En Conclusión,
Estas son mis demandas pero también mis proposiciones, así
que seas quien seas tú que lees este blog, ¡gracias por leerlo! No olvides
comentar pero también reflexionar sobre lo que te toca, si eres consciente de
que también es tu responsabilidad.
Y para todos los que comparten conmigo la fe en nuestro Glorioso
Señor Jesucristo no podría dejar de despedirme sin tomar prestada la expresión
de Pablo:
La gracia sea con
todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén.
Efesios 6:24
Boris Javier Barrera- Twitter: @borisjavier