Hola Señor Jesús,
En tu día quiero honrarte y no avergonzar tu nombre como suelo. Sin dejar de pedirte perdón por todos mis pecados y dándote gracias por ser misericordioso y clemente conmigo y con mi familia.
Quiero decirte Señor que aún me falta por comprender todo tu amor y tu gracia y que aún sin merecer me llames hijo, amigo y me hagas heredero de tan grandes promesas, me hayas dado una familia hermosa, una mujer espectacular y tan bellos hijos. Aún hay muchas cosas que te pido con todo mi corazón, la salvación de mi hijo Juan Nicolás, la salud de mi esposa totalmente restaurada, que pongas mi nombre en honra después de todo este vendaval y que uses mi vida para el propósito que tu diseñaste desde el principio, para ayudar en el establecimiento de tu Reino en la tierra y traer a tí a todos los que tu tienes para salvación.
Quiero decirte Señor que este año en tu compañía ha sido maravilloso y que me doy cuenta de que sin tí me perdería totalmente. Te necesito, te necesito absolutamente, necesito que me hables y me dirijas, necesito escuchar tu voz y tu dirección para no errar.
Necesito que me veas, que me consueles y que me hables tus promesas, ese es mi alimento de cada día, pero cuando me alejo por los afanes de la vida caigo en ostracismo, mediocridad, liviandad y en pecado.
Librame de ese mundo oscuro, sácame de ese fango consumidor y venenoso y llévame a tu luz para cumplir con el propósito de mi existencia.
Quiero vivir en tí, para tí y por tí.
Tu hijo con todo el corazón,
Javier
