viernes, 22 de mayo de 2015

Nueva moda delincuencial: El “paseo Millonario” es a pié. ¿Y nosotros qué?

El artículo titulado "Denuncian que ahora los 'paseos millonarios' los hacen a pie en Bogotá" (http://bit.ly/1F8AWy5) de mayo 7 en ElTiempo.com describe unos hechos lamentables que sucedieron en nuestra ciudad pero que –más lamentable aún- no son aislados, sino que  son ejemplo y reflejo del pobre estatus de los Principios en la sociedad bogotana.
No es solo que la inseguridad se ha disparado, la noticia NO es que los escenarios preferidos por los delincuentes son ahora también las zonas "exclusivas" de la capital, como anuncia el artículo.

Se especializan en hacer el mal ¡y cada vez son más! 
La noticia es que cuando se disparan hasta tan alto punto los hechos delictivos y cuando leemos frases como la de uno de los denunciantes:
"Es un cuento muy bien armado el que tienen para intimidar a la gente y logran mantenerlo por mucho tiempo. Se veía que no era la primera vez que lo estaban haciendo".
Entonces podemos deducir dos cosas: En primer lugar la conclusión obvia es que cada vez más gente se está dedicando al hurto, pero en segundo lugar y más grave aún es el hecho de que haya llegado a tal punto el nivel de especialización en las estratagemas del delito, que los delincuentes tienen metodologías bien implementadas, estudiadas y suficientemente ensayadas para hacer el mal.
Preocupa que las estadísticas de robos y atracos se disparen, pero más que todo preocupa la actitud de nuestra sociedad ante esto. Que nos hayamos acostumbrado a convivir con estos hechos, les pongamos nombres propios a las modalidades y que las medidas remediales simplemente apunten a "prevenir que a mí no me pase".  El problema por tanto es más profundo de lo que se puede juzgar si lo vemos “al vuelo del pájaro”.
Lo que tenemos aquí es un déficit de los Principios. Cuando más y más gente decide actuar en la ilegalidad y en perjuicio de otros para obtener lo que quiere -o lo que necesita- entonces podemos decir que la sociedad está en problemas.

Mal Indicativo: La reacción de la Prensa y los Medios. 
¿Cuál debería ser la reacción de la sociedad ante estos hechos?  Simplemente llamar la atención del General de la Policía como quien le dice: "¡¡Hey!! Esta es  su responsabilidad, ¿qué va a hacer?".
Pobres de nosotros si pensamos aunque sea por un momento que la rampante escalada de delincuencia es responsabilidad exclusiva de la policía, ¡Es responsabilidad de todos!

Es responsabilidad de los padres, que fallan en instruir a sus hijos en uno de los principios de la buena Ley de Dios: La honestidad.  ¡Ahí está la gran falla! si fracasan los padres en enseñarle a sus hijos los principios básicos de la Ley de Dios ¿es tal vez porque también adolecen de ellos? O ¿Es porque no tienen tiempo para ocuparse de instruir a sus hijos?

Es responsabilidad de la Escuela: ¿Nuestro maestros enseñan valores y principios en las escuelas? Las últimas pruebas PISA nos dejaron ver la gran decepción que es nuestro sistema educativo para instruir los jóvenes en las tradicionales áreas de conocimiento: la lógica, la retórica y la gramática. Pero también - aunque las pruebas PISA no miden esta área-, a juzgar por los hechos que se presentan en nuestra sociedad, podemos inferir que nos rajaríamos estruendosamente también en Ética.

Es responsabilidad de las Autoridades que no pueden limitarse a leer la realidad lejanamente desde las estadísticas y reaccionar al son de la marea mediática. Se volvió normal ser administrador público “bombero”, se volvió un mito la "Rendición de cuentas" y se volvió popular también entre los mandatarios defender su gestión con auto-calificaciones basadas en la interpretación amañada de las estadísticas.
Todo hábil estadista sabe que las frías estadísticas no son tan frías cuando se les da una interpretación intencionada, ahí lo objetivo se vuelve subjetivo y es entonces cuando hasta las peores cifras pueden hacerse ver como buenas... Para decepción de nuestros eminentes estadistas ya todos también lo sabemos. ¡Sabemos que son excusas! 

La realidad es que Bogotá –y Colombia por extensión- es un polvorín a punto de estallar: gente que corre desenfrenada por colarse en una estación de Transmilenio solo para "robarle" al sistema $1800; Delitos graves tan comunes que ya hasta son “bautizados”: las “Pescas Milagrosas”, los “Paquetes chilenos” o los más recientes “Paseos millonarios”; Pero también está la actitud indolente de los ciudadanos: está el señor que ronca en la silla azul mientras la señora embarazada se abre paso a empujones y refriega por hacerse a un espacio seguro para su vientre; Está la señora bien vestida y enjoyada pero que no se sonroja para gritar e insultar a una anciana porque se le "coló" en la fila del banco; Está el taxista que llama para cobrar dinero por devolverle al señor la billetera que dejó por descuido en su taxi... Están las constantes quejas en boca de todos... pero generalmente los que se quejan también aprueban, consienten y conviven con el robo y la injusticia.

Mensaje para mis conciudadanos:  
En toda obra hay recompensa, si haces lo malo, lo justificas o lo consientes, cosecharás de Dios malas cosas para tu vida, la de tus hijos y hasta la de tus nietos. ¿Es eso lo que quieres?
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo,  y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. Sal 1:1-4

Mensaje para las autoridades de policía:
Doble responsabilidad es la que tienen ustedes: delante de Dios y delante de la ciudadanía. El deber de los oficiales de policía no es quedar bien con el alcalde de turno, su deber es primero para con Dios primero y luego con la gente a la que protegen.  Ustedes se deben a Dios y a la ciudadanía:
Porque -el oficial de policía también- es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Rom 13:4

Mensaje para los jueces:
Según este mismo artículo de ElTiempo.com los delincuentes dijeron a sus víctimas: “Si lo hacen –es decir, si gritan- y nos cogen, en 24 horas salimos libres y ya sabemos dónde trabajan ustedes, ya los conocemos”.
Es posible que la frase solo haya sido una estrategia mentirosa de los criminales para disuadir a sus víctimas, pero también es cierto que se oyen casos –y no pocos- en los que la gente tiene desánimo para denunciar los crímenes porque saben que efectivamente los criminales y victimarios saldrán libres pronto para detrimento de su propia seguridad y para seguir delinquiendo.
¿Qué está pasando? Ustedes jueces tienen delante de Dios la mayor responsabilidad, porque si hacen justicia serán doblemente galardonados y pero si injusticia serán doblemente condenados.
No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo. Lev 19:15 

Mensaje para las autoridades administrativas en cabeza del Alcalde:
¿No es responsabilidad del Alcalde gobernar la ciudad con justicia y equidad pero también con visión y dirección?  ¿No ven ustedes ante toda la evidencia,  allí desde el Palacio de Liévano, que Bogotá está en problemas?
Están tan distraídos ocupándose de los “incendios” administrativos del día a día que no ven la hecatombe que se viene encima. ¡Es como si se empecinaran por ordenar las sillas en la cubierta del Titanic!
Si el burgomaestre no tiene visión y dirección indefectiblemente la ciudad va a colapsar: La educación es un arma vital para combatir el delito, ¿que no lo ven? Debe ser extensiva, es verdad,  hay que eliminar la deserción escolar, es totalmente cierto, pero también y más importante aún: ¡Debe ser la educación correcta! Esto es, debe ser en primer lugar centrada en los Principios eternos de Dios o será inevitablemente un fiasco, como efectivamente lo vemos hoy.
Estimado Alcalde, pídale a Dios sabiduría si no la tiene, porque nadie podrá gobernar justamente sin sabiduría.  Este principio ya lo sabía un muchacho llamado Salomón, que fue ungido rey de Israel sin estar preparado, pero oró y pidió sabiduría, y Dios se la dio:
Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? 1Re 3:9
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.  Santiago 1:5


En Conclusión,
Estas son mis demandas pero también mis proposiciones, así que seas quien seas tú que lees este blog, ¡gracias por leerlo! No olvides comentar pero también reflexionar sobre lo que te toca, si eres consciente de que también es tu responsabilidad.
Y para todos los que comparten conmigo la fe en nuestro Glorioso Señor Jesucristo no podría dejar de despedirme sin tomar prestada la expresión de Pablo:

La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén. Efesios 6:24


Boris Javier Barrera- Twitter: @borisjavier

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